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El Profeta (el matrimonio)

Entonces, Almitra habló otra vez:
Qué nos diréis del matrimonio, Maestro?
Y ésta fue su respuesta:
Nacisteis juntos y permaneceréis para siempre.
Estaréis juntos cuando las blancas alas de la muerte esparzan vuestros días.
Y también en la memoria silenciosa de Diós estareis juntos. Pero dejad que crezcan espacios en vuestra cercanía.
Y dejad que los vientos del cielo libren sus danzas entre vosotros.
Amaos con devoción, pero no hagais del amor una atadura.
Haced del amor un mar móvil entre las orillas de vuestras almas.
Llenaos uno al otro vuestras copas, pero no bebáis de una misma copa.
Compartid vuestro pan, pero no comáis del mismo trozo.
Cantad y bailad juntos y estad alegres, pero que cada uno de vosotros sea independiente.
Las cuerdas de un laúd están separadas aunque vibren con la misma música.
Dad vuestro corazón, pero no para que vuestro compañero se adueñe de él.
porque sólo la mano de la Vida puede contener los corazones.
Y permaneced juntos, pero no demasiado juntos.
Porque los pilares sostienen el templo, pero están separados.
Y ni el roble crece bajo la sombra del ciprés ni el ciprés bajo la del roble.

Gibrail Khalil Gibran
El Profeta

Vía Crucis

Siete veces he reprochado a mi alma.
La primera vez cuando intentó llegar a los altos cargos por vía de la humillación.
La segunda vez cuando cojeó hasta los inválidos.
La tercera vez cuando al someter a su elección entre lo difícil y lo fácil eligió esto último.
La cuarta vez cuando erró y se consoló con los yerros de otros.
La quinta vez cuando se armó de paciencia por debilidad y atribuyó su paciencia a la firmeza.
La sexta vez cuando levantó su falda del lodo de la vida.
La séptima vez cuando salmodió ante Dios y creyó que el canto de los salmos era una virtud en ella.
Gibran Khalil Gibran
"Lázaro y su amada"