Vía Crucis

Siete veces he reprochado a mi alma.
La primera vez cuando intentó llegar a los altos cargos por vía de la humillación.
La segunda vez cuando cojeó hasta los inválidos.
La tercera vez cuando al someter a su elección entre lo difícil y lo fácil eligió esto último.
La cuarta vez cuando erró y se consoló con los yerros de otros.
La quinta vez cuando se armó de paciencia por debilidad y atribuyó su paciencia a la firmeza.
La sexta vez cuando levantó su falda del lodo de la vida.
La séptima vez cuando salmodió ante Dios y creyó que el canto de los salmos era una virtud en ella.
Gibran Khalil Gibran
"Lázaro y su amada"

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